Informes

19 mayo, 2017

[Encuesta] Análisis de los resultados de la encuesta “¿Qué debería hacer el GCBA ante el vencimiento de la concesión a Metrovías?”

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Ante el proyecto de ley enviado por el Gobierno porteño a la Legislatura para que lo autorice a realizar una nueva concesión del servicio, realizamos, a través de nuestra cuenta en twiter @subtedata, una breve encuesta con los siguientes resultados:

Como se puede apreciar, solo el 9% de los 2.429 encuestados se inclinaron por la continuidad de la actual operadora del servicio, la firma Metrovías del Grupo Roggio, mientras que el 40% consideró que había que elegir otro privado. Esto implica que aún dentro de los que consideran que el servicio debe seguir siendo operado por un privado, una ínfima minoría se inclina porque siga el actual, lo cual estaría confirmando la extendida percepción entre los usuarios sobre la deficiente calidad del servicio brindada en los 24 años de concesión.

Por otra parte, el 51%  de los votantes se inclinó por la estatización del servicio, dato que debería ser justamente valorado por las autoridades.

Más allá de cómo se termine resolviendo este punto, lo central es definir muy claramente cuáles deben ser las mejoras que el servicio debe experimentar en el nuevo plazo de concesión, planteado en 12 años (prorrogables por otros tres). En ese sentido, la mejora de la frecuencia del servicio en todos los horarios de funcionamiento (no solo en las horas pico), la disminución del nivel sonoro y la ampliación de la ventilación en las estaciones, la accesibilidad de personas con movilidad reducida, la facilitación de la recarga de la tarjeta SUBE con la incorporación de máquinas de recarga automática y la extensión del horario nocturno del servicio, un régimen de penalidades que tenga en cuenta las denuncias y reclamos de los usuarios, entre otros, son ítems que indudablemente deben estar debidamente contemplados en el nuevo marco contractual de funcionamiento del Subte.

Paralelamente, el gobierno de la Ciudad debe formular un plan realista y ambicioso de extensión de la red, de manera tal de hacer realidad, de una vez por todas, el plan de expansión oportunamente definido por la Legislatura porteña. Que las obras del subte no sean redituables electoralmente no debe ser óbice para que tales obras no se lleven a cabo.

Han pasado 24 años de la privatización y son más las cosas que no se han hecho que las que se han hecho. Solo para poner un ejemplo, la frecuencia actual del servicio en las horas pico, que el gobierno de la Ciudad se ha preocupado en llevar a 3′ (de acuerdo a los Compromisos de Gobierno asumidos por Horacio Rodríguez Larreta en 2016), es peor que la frecuencia que la Concesionaria se había obligado a prestar  en el año 1997, tal como se puede observar del siguiente cuadro:

Más allá de las responsabilidades que le corresponden a cada una de las partes que, a lo largo de estos 24 años, han tenido intervención en la planificación, diseño y ejecución del servicio (recordemos que el gobierno local recién asumió la jurisdicción sobre su funcionamiento en el año 2013), lo importante es lograr que las autoridades asuman compromisos concretos, robustos, auditables y con plazos precisos de cumplimiento que den certezas a los usuarios y a la comunidad en su conjunto de que finalmente la mejora efectiva del servicio va a ser realidad.