El nuevo esquema regulatorio planteado por el Estado nacional a partir de las acciones coordinadas de los representantes estatales en las compañías con participación de la Anses inaugura un nuevo período. La estatización de las AFJP dio lugar a que el Estado se quedara con acciones de empresas que se desarrollan en sectores estratégicos de la economía como energía, transporte, alimentos y vastas ramas industriales.
En lo que respecta al transporte, en particular en el ámbito de la ciudad de Buenos Aires, vale prestarle particular atención a la gestión de Metrovías, empresa concesionaria del subterráneo. A partir de datos que surgen de los informes “Negocios Subterráneos: deficiencias en la regulación de Metrovías SA” y “En todo está Roggio” se ha podido conocer la estructura empresaria llevada adelante por la compañía. Bajo dicha forma gerencial, se han identificado prácticas nocivas para los intereses de los pasajeros y el Estado ejecutadas por la empresa concesionaria del subte.
En la política gerencial del Grupo Roggio, a lo largo de los años de concesión, es posible avizorar cómo y de qué forma se ha producido una fuga de ganancias desde Metrovías hacia empresas que integran dicho grupo económico. Estos mecanismos se estructuran en tres ejes: canon de asesoramiento, red de proveedores propios y negocios colaterales.
La empresa Benito Roggio Transporte, dueña del 91 por ciento de las acciones de Metrovías, le cobra a Metrovías el 2,6 por ciento de los ingresos por venta de pasajes por “servicios de asesoramiento en la gestión del servicio”. El servicio efectivamente prestado por dicho concepto se desconoce, y ha sido motivo de reclamo de los representantes estatales en la última asamblea. Asimismo, los informes señalados evidenciaron una amplia red de proveedores que pertenecen al Grupo Roggio. Entre 2001 y 2011 dichas empresas le facturaron a Metrovías por diferentes servicios más de 920 millones de pesos.
El último canal de fuga, quizás el más significativo, son los negocios colaterales de la publicidad, los locales comerciales y los espacios en túneles para tendido de cables de fibra óptica. Metrovías cedió a Metronec SA, otra empresa de Roggio, la totalidad de los espacios de publicidad, locales y túneles por un canon de 5 millones de pesos anuales. Mientras que los negocios que generan dichos colaterales podrían alcanzar, siendo prudentes, valores cercanos a los 75 millones de pesos anuales.
En este contexto, se vuelve imperioso que las nuevas acciones estatales se vuelquen hacia una mayor regulación de las actividades desempeñadas por compañías estratégicas para el país, haciendo hincapié en aquellas que explotan recursos no renovables y servicios públicos. El primer paso se ha dado, aunque el éxito en dicho camino dependerá de la voluntad política de los actores.