¿La Gran Manzana socialista?

Gabriel Puricelli

¿Un alcalde socialista en la Meca del capitalismo? La victoria de Zohran Mamdani en las elecciones primarias del Partido Demócrata de la ciudad de Nueva York (donde los electores registrados de ese partido superan en una proporción de 26 a uno a los republicanos) lo transforman en el favorito para ganar la alcaldía el próximo noviembre. Mamdani integra Socialistas Democráticos de América, la agrupación de izquierda de mayor desarrollo en EE.UU. y la más importante de la diáspora del viejo Partido Socialista, que habitualmente compite por candidaturas dentro del Partido Demócrata.

Su victoria inesperada, que ninguna encuesta llegó a prever (todas lo mostraban con fuerte tendencia ascendente, pero ninguna llegó a darlo por ganador), resulta en la candidatura más a la izquierda que hayan presentado nunca los demócratas a una elección en la ciudad más poblada de EE.UU. Emerge de un triunfo amplio sobre un candidato del establishment más tradicional, hijo de una perdurable dinastía política neoyorquina.

Andrew Cuomo, tres veces electo gobernador del estado de Nueva York e hijo de Mario, también electo tres veces para ese cargo, había puesto sus ojos en el sillón de alcalde como punto de reinicio de una carrera política que debió interrumpir en 2021, tras ser denunciado por acoso sexual y por amedrentar a las víctimas que lo denunciaron. Cuando los fiscales dejaron de lado esos cargos, Cuomo empezó a pergeñar una vuelta que muchos daban por descontada.

Las primarias demócratas convocaron a casi tantos neoyorquinos como una elección general. Si existiera la disciplina de partido, la próxima victoria de Mamdani estaría asegurada. Sin embargo, no sólo no puede esperar tal disciplina (los partidos son coaliciones inestables, más que partidos propiamente dichos), sino que deberá enfrentar a Eric Adams, el alcalde hoy en el cargo, electo bajo el sello demócrata en 2021 y hoy candidato independiente. Adams abandonó el partido tras abrirse investigaciones por cohecho, fraude y financiamiento ilegal de campañas que el presidente Donald Trump hizo cerrar en febrero de este año, como forma de atraer a Adams hacia su coalición.

Mamdani rompió el molde con una campaña que movilizó a miles de voluntarios y lo llevó de ser conocido sólo en Astoria, el barrio de Queens que representa desde 2021 en la asamblea legislativa del estado, a obtener más de 400.000 votos en las primarias. Se centró disciplinadamente en un mensaje de optimismo y en propuestas para bajar el costo de vivir en la ciudad. Prometió congelar los alquileres del millón de viviendas sometidas a regulación, sosteniendo (como lo prueban sucesivos censos) que los aumentos expulsan población, y hacer bajar los precios de la canasta alimentaria, emulando la experiencia de supermercados de propiedad municipal en estados como Kansas y Wisconsin y que está siendo considerada también en grandes ciudades como Chicago y Atlanta.

El mensaje con eje en las cuestiones económicas que afectan a la mayoría de la población, que incluyó la idea de hacer gratuito y más rápido el transporte público, se impuso a la campaña sucia que intentó instilar miedo por la condición de musulmán de Mamdani. El flamante candidato también prevaleció porque fue capaz de desarmar esa campaña sin perder el foco en las cuestiones interés inmediato de los ciudadanos, forjando una alianza anti-Cuomo con el principal candidato judío en la contienda, el también progresista Brad Lander.

Fue otro socialista, el senador independiente Bernie Sanders, quien demolió el tabú de la Guerra Fría que sepultó por décadas una tradición política que siempre estuvo presente en EE.UU. Mamdani se cuela en la brecha abierta por Sanders, y le ofrece al Partido Demócrata no sólo una candidatura joven y dinámica para una ciudad, sino una llave para salir del ghetto electoral de defensa de intereses particulares en la que se encerró al olvidar la cuestión del costo de vida y las preocupaciones materiales básicas de los estadounidenses.

 

Publicado originalmente en el diario Tiempo Argentino, Buenos Aires, Argentina.

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